sábado, 2 de abril de 2016
¿Y después?
Arriba
duerme el cielo con respeto de padre,
abajo
saca el dedo amenazante,
detrás
cubre la espalda de temores,
delante
flres salpican el paseo,
al lado
acompaña una quimera
con
flautas dulces y tibios silbidos
para
llegar al campo de la nada.
A un
paso el cielo se torna amarillo,
al
siguiente no hay cielo ni cupido
y el
olor de las flores toca a muerte.
Crisantemos
añoran cielo y tierra,
arriba
se abre el cielo en el vacío,
abajo
duerme tierra con brazos de madre
y
despierta con el hijo en su regazo.
Detrás
desfila el negro en procesiones;
al lado
de una cruz… lloran amores.
Víctor
del Río
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