miércoles, 10 de julio de 2013

El jardí s’ha adormit…


El jardí s’ha adormit sota la humida
vànova desfilada de la pluja
i ara deu somniar hores llunyanes
com les que jo revisc en contemplar-lo.
Ja no hi creix el lilà que perfumava
amb pinyes lila-tendre els meus capvespres
en què veia futurs irrealitzables…
aquells dies en què no sospitava
com arriba el dolor, tan de puntetes
que no ens sabem salvar del la punyida.
El xiprer ha crescut i s’ageganta
fosc i massís i aspre com la pena
sobre el cel gràvid de fina gotellada.
…Sempre plourà, a cada primavera,
i amarades, les flors, tot colltorçant-se
es vinclaran suaument sobre terra
on jo seré, vençuda i forastera,
tan lluny del meu jardí per sempre més…

Joanna Raspall
…….

Se ha dormido el jardín

Dormido está el jardín bajo la blanda
deshilachada colcha de la lluvia
mientras sueña con horas tan lejanas
como las que revivo al contemplarlo.
No crece ya la lila que aromaba
con piñas lila-tiernas mis ocasos
en los que adivinaba incertidumbres…
días en los que yo no sospechaba
cómo llega el dolor tan de puntillas
sin saber esquivar la acometida.
Ha crecido el ciprés y se agiganta,
como crece la pena, espeso y negro
hacia un cielo preñado de llovizna.
…En cada primavera lloverá,
suavemente las flores amaradas
doblarán su cabeza hacia la tierra
donde estaré, vencida y forastera,
lejos de mi jardín y para siempre.
(Traducción libre) Félix


miércoles, 3 de julio de 2013

CARTA CUASIPÓSTUMA

En el día en que Joana (1 de julio del 2013) cumple cien años, tomo su pluma, para escribir en su nombre una carta afectuosa a su amiga inseparable. Joana es amiga de la muerte y no la teme. Sólo teme recibirla en soledad. Sé que hoy, día de su cumpleaños centenario, le diría esto, más o menos:


Hola, amiga:
Te conozco muy bien. Las dos somos muy viejas.
A mí, que soy una mujer y muy coqueta no me importa confesar que hoy mismo cumplo cien. Puedes felicitarme en la distancia o venir hacia mí para abrazarme definitivamente. En cuanto a ti, siguiendo las enredaderas de todas las edades hacia atrás y desandando todos los periodos, constato que ya estabas allí. No te has perdido ni uno.
Te conozco muy bien, amiga muerte.
En los…cuaternarios ya dejaste constancia. Y en los…triásicos de los mesozoicos. Incluso en los…jurásicos esos te han encontrado petrificada en caracolas y reptiles.
Hasta al…proterozoico llegaste fosilizando en ámbar los insectos. En resumen, que por todos los plistocenos de los tiempos hiciste fechorías.
Perdóname la broma, pero son millones de años firmando autógrafos.
Amiga, me caes bien. Ven cuando quieras.
Tengo la mente clara y es lo que tengo, porque cuerpo ya casi no me queda. Y este poquito, aunque nada me falta, es tan poquito…que ni la silla de ruedas en la que me paso el día, voy necesitando.
Me queda un montoncito de moléculas, cada vez más pequeño. Y el mínimo montón disminuye en la medida que pierde la materia para volverse espíritu. Sólo voy siendo eso, espíritu. Sólo y nada menos.
Ya falta poco, yo lo sé. Y sé también que ésta, tampoco te la pierdes. Con pasos quedos llegas, pero te oigo llegar.
No importa. Yo misma te lo iba a recordar, por si andabas despistada.
¿Sabes? Está muy bien. Desde aquella primera caracola he sido una más en el número infinito. Esa es mi humilde participación en la progresiva ordenación del cosmos y de ello tengo conciencia. Ya me realicé. Puedes venir, pues estoy definida en todos mis perfiles.
Un abrazo, mi amiga, cuídate.

Joana.
Félix