Aurora
Del violín el canto
escucho yo en silencio, cada nota
en el ocaso cae, durmiéndose
la luna al recoger su melodía.
Cantan los violines anunciando
que llegó una princesa revestida
de luz de luna y plata;
princesita dormida en un capullo
de bellas mariposas.
Eres flor delicada, bella y frágil,
como la noche, negros son tus ojos.
Yo arrullaba tus sueños
y llenaba tu reino de hermosas fantasías.
Eras tan pequeñita
como una dulce nota musical.
Como tierna amapola estabas débil;
y era débil tu llanto y melancólico,
pero tenías fuerte el corazón;
luchaste por la vida.
Le ganaste batallas limpiamente
con tu ejército bravo
de grillos y unicornios, que danzaban
en el silencio casto de la noche.
Y mientras tú dormías
junto a la luna amiga, murmuraban
que tú resistirías en la guerra
del llanto y del dolor.
Por días y semanas peleó
ese ejercito mágico
mientras caían lágrimas amargas
en larga oscura noche donde tú
eras blanca princesa.
Has vencido la espera de verte caminar,
de volar en el aire, en sueños de algodón;
tu ejército, tu alma
venció esta guerra injusta y dolorosa,
y nacieron jazmines.
Mi Aurorita querida,
tú eres mi princesita,
la valiente guerrera, que al vencer,
de flores y alegría sembró el cielo.
Maggie Carson
