domingo, 17 de noviembre de 2013

Noche



Oscura noche, celosa y callada,
mi corazón aún mira en el cielo,
en busca de mi amor entre las  nubes;
ingrata tú, solo miras mi pena.

Mi llanto se atraganta en mis pupilas,
mi mano tiendo alzada a las estrellas,
pidiendo poder ver su silueta
o rozar mis labios con los suyos.

El mar, amor, ha secuestrado el nuestro,
sólo puedo soñar
que te beso, me besas
y que envuelves mis cuerpo con tus brazos.

Yo camino descalza
sobre las hojas que el viento arrancó,
gritándote tan solo que te amo.

Pienso en ti a cada instante,
eso lo sabe el sol. Tan solo quiero
que tus ojos se posen en  mi alma,
que tu mano acaricie mi mejilla
y que pueda abrazarte
como tú te mereces, tiernamente.

Mientras miro las aguas cristalinas
junto al río, tu rostro varonil
viene hacia mí sobre la superficie
y, agua sobre agua, caen mis lágrimas.

Me engaña, yo lo sé, mi mente loca,
estar contigo sé que ya no puedo;
deshojo, en mi delirio, margaritas,
por ver si desde allí,
me amas todavía como entonces,
sabiendo que otra luna
tiene tu corazón.

Oscura noche, celosa y callada,
mientras los astros ven mi sufrimiento,
te canto una canción,
dibujo fantasías e imagino
con los ojos cerrados
que viene él hacia mi, y sonriente
me toma de las manos.


Maggie Carson

sábado, 16 de noviembre de 2013

LUCILA




Lucila es esta niña preciosa. Sus mohines y pantomimas hacen las delicias de su abuela. Su abuela es una admirable poetisa, sensible y agradecida, que ha dedicado a su entrañable nieta esta tierna poesía.

Como me gusta la anécdota y me gusta este poema, tengo el placer de traerlo aquí, porque además, su autora, la abuela de Lucila, es Melancolía y Melancolía es mi amiga:

Lucila

Lucila tiene año y medio
pelito negro ondulado
su sonrisa es el remedio
por si estás malhumurado.
sus ojitos dos estrellas
con un color amielado
cuándo la saco a la calle

no quiere ir de mi lado
mejor le suelto la mano
para que no se desmaye.
Solita se vá sonriendo
alegre por su osadía
va por la calle corriéndo
sin mirár si la seguía
hásta que se dió un porrazo
pues se cayó de rodillas.
Aish aish! , se toca un brazo
y luego su pantorrilla.
Ya vamos para la casa?
y a la puerta se encamina
ay Lucila! eres graciósa!
haces cada pantomina!

Melancolia
….

La descripción amorosa
que haces de esa linda niña
me conquista el corazón,
me dibuja una sonrisa
y no comprendo por qué
te llamas melancolía
si es que puedes disfrutar
del amor de tu Lucila.


………