Palabras de mi musa inspiradora

Con la regadera de mi alma

a tu corazón,
lluvia de inspiración le vierto,
para que crezcas en armonía
perdiendo la carcasa
de tus miedos pasados
y fluyendo así los deseos
que escondidos guardas.
Inspira y escribe, mujer.
Sólo eso necesito
para que persista mi esencia.

Inés Arias (Miriades)

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Desde arriba me miras y sonríes con un  peine en la mano

Primero fue ternura,

regazo, abrazo tibio, protección,

la razón todavía no contaba;

yo decía “mamá” y era mi Dios,

era mi amor, mi Virgen y mi Ángel.

De la mano un buen día me llevó

a la escuela del pueblo, yo lloraba;

y al caer el primer diente de leche,

la descubrí sencilla, 

entregada a sus hijos y a su esposo.

Después, con mi bigote florecido

no vi mujer más bella.

Pero éste era el retrato de mi madre

sólo físico, el otro el de su alma

era de una belleza irresistible.

Ahora que no está; que yo, celoso,

su nombre sólo gurdo para mí,

cuanto tengo daría

porque una vez siquiera, una vez más

me peinara a la raya como entonces.

Félix

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Encuentro     

    

Mientras tus brazos me envolvían 

en aquel gran lago de ensueños,

y mis manos te acariciaban

y besaban tus labios bellos,

en el agua nos desnudamos

y uno con otro, nuestros cuerpos

se fundieron en el mejor

y más profundo de los besos.

Día y noche, ¿cuánto duró?

Fue aquel un momento eterno,

quizá un momento ¿O fue una vida?

Porque yo, aún te llevo dentro. 

Imma Cauhé

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Nora Noemí

El  nudo del deseo desatando

en la penumbra inquieta;

con toda mi pasión lo paladeo;

a impulsos de su fuerza me recreo,

y sé que existo porque existes tú.

Félix

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