domingo, 10 de mayo de 2015

Será o no será



Despertarse cada mañana quizás con la esperanza de un milagro, cuando sin duda el abrir los ojos ya es un milagro, tal vez lo sea también escuchar el ruido perturbador del despertador que egoísta anuncia el comienzo de una nueva jornada de trabajo, de esa lucha diaria por sobrevivir en la jungla de la ingratitud, la altanería, el egocentrismo, la envidia, vaya que sobran los buenos calificativos para describir ese “milagro” pero que lento pasa el tiempo cuando lo que más urge es un merecido descanso, algo así como un paseo por las nubes, bueno probablemente me decida a volver a ver “Hombres de honor” “Cuestión de honor” “Código de honor” acaso pueda echarle un ojo, uno solo para no quedarme ciega también a “El último samurái”, no vayan a pensar que he perdido la razón, ya sé que cuando de desvaríos se trata solo se debe de pensar, solo eso pensar, meditar, reflexionar, sin decir una sola palabra, “hablar” a señas, pero ¿a quién? Pues ni más ni menos que a uno mismo, lo cierto es que ni yo me entiendo, ni sé que relación pueda existir entre películas, el paseo por las nubes y el hablar a señas.

Tal vez divago, pero ¿saben qué? De algo puedo sentirme muy satisfecha, ahora que recuerdo siempre he sido muy meticulosa, quizás rayando en lo perfeccionista, es por eso que nunca he olvidado nada, nada como eso de hacer limpieza diaria, mis cuadernos, las gafas, el monedero, las llaves, sin faltar las galletas por eso de endulzar un poco, sólo un poco la vida, vaya que también llevo siempre conmigo desde hace algún tiempo mi celular, que aunque no me es indispensable…es la moda, ahora en lugar de hablar se escribe, se terminaron los tiempos de las conversaciones ya no hay porque preocuparse con aquello de “el teléfono es para acortar distancias, no para alargar conversaciones” ahora solo basta tener buena vista y buenos dedos, pero sobre todo agilidad, si ya sé preguntarán ¿por qué? Sólo porque hay que saber mover los dedos para estar otra vez la palabra… a la moda, ahora los dedos se mueven a una velocidad increíble, sobre ese pequeño “teclado” para “charlar” o “chatear” o “inbox” sea como sea quien sale ganando es el mutismo, por eso para no errarle tampoco olvido mis libros, si no fuera por ellos ¿con quién más podría hablar, en este silencio forzoso?

Ahora bien, no me negaran el hecho de que puede ser que al descorrer las cortinas del silencio, los cofres donde guardamos las colecciones valiosas, siguen repletos de palabras, si puede ser que encontremos palabras amables, agradables, tristes, vulgares, ásperas, pero al fin palabras, sólo palabras, que se nos ocurrió o como se dice “se nos salieron” de repente y fueron pronunciadas alguna vez con la intención de alabar o de herir, pero quedaron allí tal vez sea por eso y sólo por eso que seguimos sintiendo el fuerte deseo de expresarnos, de llorar, gritar, pero sobre todo de hablar, entonces si alguien nos llega a escuchar será realmente un verdadero milagro… perdón debo dejar esto y el paseo por las nubes… me ha llegado un mensaje de texto y la verdad sea dicha… no tengo mucha experiencia, así que debo de practicar para poder responder lo más pronto posible.
Alondra (Lidia)
………

foto: 6topoder.com

Querida amiga Lidia:
Son tres maneras de convertir en milagro la dura lucha diaria y de sobrevivir en la jungla a la que haces referencia: pasear por las nubes, ver películas y hablar por señas. Las tres cosas tienen, sin embargo sus peligros respectivos: no saber bajar, quedarse dormido y que te tomen por loco aunque en realidad no desvaríes.
El cuarto modo de evasión es, sin duda, manipular ese “chisme”, que precisa la vista de lince y una extraordinaria movilidad de los dedos. Más que moda, resulta una dicción preocupante. ¿Qué nos pasa? Ignoramos la presencia física de las personas, para establecer relaciones variadas e infinitas, pero virtuales, de manera febril. No alcanzo a imaginar el tipo de relación social que tendrá lugar dentro de un tiempo. Lo que me temo es que el tesoro de palabras que una vez dijimos, quedarán en el cofre, como reliquias del pasado. Quedarán como reliquias de una gran civilización esplendorosa.
Viva la nostalgia y procura no olvidar nunca las galletas.

sábado, 2 de mayo de 2015

Tiempo fugaz



Nada es un siglo en el reloj del tiempo;
lento, fugaz, sutil al mismo tiempo,
como un tic tac de luz nacido y muerto.
Como cien pompas de jabón que al tiempo hicieran
cien soplos de vapor en un instante,
y les faltara el tiempo en que vivieran.
Casi no hay tiempo de rotar la esfera;
un siglo viene u y otro se deshace
a tiempo de saetas justicieras.
Nada es el tiempo que tiempo marcara
a la hora de tiempo afortunada,
pues pronto apareció la desgraciada
duplicándole el tiempo a la primera.
Nada es un siglo; el tiempo es la quimera
de ver parado el tiempo a tiempo muerto,
y el dejarlo pasar fuera de tiempo para
que juegue el tiempo a lo que quiera.


Víctor del Río

foto:ura-sevilla.blogspot.com