Me ha dado por llorar,
amigo mío
Me ha dado por llorar, amigo mío
y no quiero anegar
también tu espacio
hay tristezas que
vienen a mi vida
y reclaman el llanto
que me guardo
por no estropear la
vista de mis niñas.
He inundado mi
almohada y hasta el piso
la tormenta no cesa y
es preciso
el arco-iris que visto
he, en tus letras
ilumine mis horas, ya
tan lentas
retrasando la alegría,
con mis penas.
Dónde fuiste amigo, me
he perdido
en la calle solitaria
fría, el viento fuerte
me sacude y me
estremece, tengo miedo
de no encontrar la
puerta que lleve
por fin, a la tan
esperada cita.
Maei (Melancolía)
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