martes, 22 de noviembre de 2022

Perdón

Una pena me está matando el alma;

yo  no sé el modo de llegar a ti

para que veas, oigas y consueles

mis cansados lamentos.

Veo en la aurora de la tarde gris

cómo el viento deshoja las espigas.

 

Con el viento te fuiste de la mano;

lloro, mas no te encuentro;

y este olvido tan mío no te deja.

Cada noche que yo cierro mis ojos,

te veo cuando niña con tus trenzas

tan largas; y tu cara,

llena de amor por mi.

Después siento el dolor de cada día

porque hacia mí no vienes.

 

Ha de sufrir mi alma

hasta cerrar los ojos con la muerte,

mas tu risa, tu llanto y tus caricias

del corazón nacidas,

por las eternidades buscaré.

 

Nunca seré capaz de perdonarme

dejarte ir sin un simple te quiero;

sin abrazo materno de divino perdón;

sin tocar tu alma blanca,

de esperanza y de estrellas coronada

con mariposas dulces que aletean

en torno a tu bendito corazón.

 

Como nace la aurora con su magia,

con ese amor te amo.

Oye cantar al eco que repite

y repite tu nombre sin cesar.

 

Algún día a mi tumba llegarás,

llegar a ti quizás yo no sabría,

mas  no descansará mi alma en paz:

te seguirá buscando.

 

Tú no me dejes, siento

la olorosa fragancia de tu pelo,

y  todavía tibias se conservan mis manos

de aquel abrazo último.

Nunca mis ojos dejaron de buscarte

cuando llorabas triste

porque perdiste un príncipe.

Perdón te pido ahora, porque nunca

luché por ti tanto como debía;

perdón por esta pena de no saber volar;

por no mirar tus ojos,

y  por amarte tanto, luna amada

que cantas en la noche

con mágico cantar triste y hermoso

mientras te sigue un coro de luciérnagas

hasta llegar al mar dulce y tranquilo.

 

Perdón por la impaciencia en esperarte

con mi llanto callado.

En esta espera eterna sufre mi alma.

Maggie Carson

Imagen:https://www.blogger.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario