Luci Luciérnaga

acicala sus alas
con pedacitos de cielo
que caza a su vuelo,
frente a un espejo
de rondas que danzan,
destellos de sus poesías
sobre una escalera
que asciende a los
sentimientos más puros.
En un mundo que agradece
el desperezar de soles,
el despuntar de lunas,
el navegar de lágrimas,
y sus sonrisas andariegas.
Un pueblo que la aviva
para que se acomode
en su trono de suspiros,
embelesando, con su estirpe
el reino a sus pies.
Entre nubes acolchadas
se le almidonan sus sueños
y ella risueña, plácida
entreteje, bostezos y desperezos,
un telón de lazos de amor.
Luci, ya anda sonámbula
la luz intermitente lo señala.
¡ Shhh!- se oye por los aires,
es el Silencio conquistando
a la reina, su radiante amor.
Luci y Silencio cuentan,
sin una sola palabra,
todos sus bellos secretos.

María Inés Arias

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