Crítica a los vates

 

Vate, bardo impertérrito,

que mamas poesía de tus propios pechos

sin que llegue tu boca a los pezones.

Vate, bardo impertérrito,

que mamas poesía de otras ubres

aunque mantengan leches caducas

 (o malas leches contaminadas).

Vate, bardo impertérrito,

que sueltas palabras una tras otra,

acaso bañadas en belleza lírica,

pero secas por falta de lluvias.

Vate, bardo impertérrito,

que enciendes luces con llama apagada

aunque tú vistas con traje de luces.

Vate, bardo impertérrito,

que saltas las balsas con pértiga

para  no mojarte el trasero de miserias.

Vate, bardo impertérrito,

que no te comunicas con el pueblo

porque presumes de poemas elitistas.

Pues bien, vate impertérrito:

No sé si te llegaron las musas

el día que nevó copos de soberbia.

Si te visitó el duende

cuando estabas preñado de inmodestias.

O si cortaste la delicada flor

Cuando por vieja abandonó el perfume.

Poesía no eres tú, ni yo, ni nadie,

O acaso hay poesía en todo y en nada,

pero si hay poesía, vate impertérrito,

eso no entra en tu balde.

 

Víctor del Río

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