De mi madre y de mi padre
Con ansia pide paz el alma
Quien muere descansa, acaso reposa
Suave su cabeza en plumas de oca
He visto a gente que al morir
Pidió a gritos clemencia
Será cierto que llega con una hoz
Pues lo siento, yo no te temo
Cuando la vida abandone mi cuerpo
Ya nada sabré de ti impostora
Me llenaré de la dulce gloria de no pensar más.
Tú vete asustando a los que no tiene conciencia en paz
La mía no te necesita, nunca sabré si hice
Lo más correcto, no depende de mí decirlo
Eso lo dirán mis hijos que fueron victimas de mis actos equívocos
Y es que mi madre no me parió Diosa, solo me hizo niña.
mi padre me hizo ser fuerte y desde entonces voy soportando
cada palabra y gesto , cada dicho afilado
y  ando con cuidado ,como si el cielo estuviera
mal atado ,no fuere que se desprenda algún trozo del gran azul
Por eso tus crueldades me sobran, cuando las clavas duelen
Luego cicatrizan y dejan marcas que al verlas cuento
Así en cada momento sé hacia donde me dirijo
Donde pongo el pie y estiro la mano
Siempre, siempre con cuidado, pero fuerte como me hizo mi padre

Nora Noemí Zeliz Pirillo.

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Nora Noemí murió hace unos días.

Nora Noemí era una poetisa sensible, una mujer dulce y bondadosa a quien conocí en un foro de poesía. En este foro ella publicó este poema unas semanas antes de morir. No tengo su permiso para traerlo aquí, pero estoy convencido que, de pedírselo, me lo habría concedido. Verdaderamente he sentido su ausencia. Sirva como pequeño homenaje a quien consideré amiga. Descanse en paz.

Transcribo el comentario que entonces le hice y su contestación agradecida:

Tu madre te hizo niña y tu padre te hizo fuerte.
El resultado ha sido una mujer valiente que no teme a la de la guadaña porque su alma está en paz.
Ella vendrá cuando tenga que venir, mientras tanto, hay que vivir con el rostro levantado, mirando siempre hacia el futuro.
Bonito poema.
Un abrazo.

Temer no temo ,ellos son mi mayor ejemplo .Lucharon por muchas cosas y juntos.
La familia de mi madre eran seres de buena posición, mi Nono/Abuelo, tenía una sastrería
y sus clientes eran la crem de la crem.
Para ellos que mi hermosa madre se enamorara de un Mapuche, nunca dejaron de amarse.
Un abrazo Luchana.

Noe