miércoles, 3 de julio de 2013

CARTA CUASIPÓSTUMA

En el día en que Joana (1 de julio del 2013) cumple cien años, tomo su pluma, para escribir en su nombre una carta afectuosa a su amiga inseparable. Joana es amiga de la muerte y no la teme. Sólo teme recibirla en soledad. Sé que hoy, día de su cumpleaños centenario, le diría esto, más o menos:


Hola, amiga:
Te conozco muy bien. Las dos somos muy viejas.
A mí, que soy una mujer y muy coqueta no me importa confesar que hoy mismo cumplo cien. Puedes felicitarme en la distancia o venir hacia mí para abrazarme definitivamente. En cuanto a ti, siguiendo las enredaderas de todas las edades hacia atrás y desandando todos los periodos, constato que ya estabas allí. No te has perdido ni uno.
Te conozco muy bien, amiga muerte.
En los…cuaternarios ya dejaste constancia. Y en los…triásicos de los mesozoicos. Incluso en los…jurásicos esos te han encontrado petrificada en caracolas y reptiles.
Hasta al…proterozoico llegaste fosilizando en ámbar los insectos. En resumen, que por todos los plistocenos de los tiempos hiciste fechorías.
Perdóname la broma, pero son millones de años firmando autógrafos.
Amiga, me caes bien. Ven cuando quieras.
Tengo la mente clara y es lo que tengo, porque cuerpo ya casi no me queda. Y este poquito, aunque nada me falta, es tan poquito…que ni la silla de ruedas en la que me paso el día, voy necesitando.
Me queda un montoncito de moléculas, cada vez más pequeño. Y el mínimo montón disminuye en la medida que pierde la materia para volverse espíritu. Sólo voy siendo eso, espíritu. Sólo y nada menos.
Ya falta poco, yo lo sé. Y sé también que ésta, tampoco te la pierdes. Con pasos quedos llegas, pero te oigo llegar.
No importa. Yo misma te lo iba a recordar, por si andabas despistada.
¿Sabes? Está muy bien. Desde aquella primera caracola he sido una más en el número infinito. Esa es mi humilde participación en la progresiva ordenación del cosmos y de ello tengo conciencia. Ya me realicé. Puedes venir, pues estoy definida en todos mis perfiles.
Un abrazo, mi amiga, cuídate.

Joana.
Félix

3 comentarios:

  1. Joana, estimada señora mía, acabo de leer su carta a quien usted llama amiga “muerte”, me asombra su valentía, le daré mi opinión al respecto si usted me lo permite.
    Personas como usted, deberían ser eternas, son ejemplos de vida, la vi en fotos sentada en su sillón, al principio me dio pena, luego al ver su cara tan sonriente me dije, ¡¡Ella es feliz!!... Le está dando al mundo ejemplos señora y deseos de continuar en la lucha de cada día, no le pesan los años, eso mi querida señora es transmitir VIDA, ¿le pido un favor personal?... Corte su amistad con la muerte, ella es muy traidora, no quiero que la sorprenda, Joana, todavía el mundo la necesita, yo la necesito, aunque usted no me conoce, a través de Imma yo la conozco a usted, tiene una hija ejemplar y un yerno Félix, que vale oro, a quienes quiero entrañablemente, cuenta desde que la conozco con mi oración a Dios, pidiendo que la mantenga tan guapa y llena de luz para iluminar a cuantos la seguimos y aprendemos de usted, le abraza en la distancia, Stella aprendiz de escritora.

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  2. Mi madre es feliz, no teme a la muerte, la espera y cree que hay otra vida, no sabe si mejor o peor, ella cree distina, otra dimensión dice ella. Félix en esta carta ha querido plasmar lo que ella siente. Gracias por tu afecto incondicional.

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  3. Definitivamente...digna de admirar es Joana. Este escrito a la muerte, es verdaderamente admirable, con la certeza de que la muerte, es solo un puente hacia la otra vida. Se que a ella, le espera algo mucho mejor más allá de ella.
    Mi admiración y mis respetos.

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