Si tú pides, yo pido

Si sus muelas se quejan los hielos,

chirrían los dientes doloridos

y al vacío se caen en pedazos.

Pide el tejado dentadura nueva

para lucir reluciente bocaza

y masticar los fríos de invierno.

 

El abuelo, mirando fijamente,

contempla su tejado en el espejo:

el alero derecho está quemado;

del izquierdo no cuelga ni una estalactita.

Pide el abuelo chupones nuevos

y llenar la covacha de ajos duros,

para reblanquecer los nuevos techos

y poder masticar futuros fríos.

Víctor del Río

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